urbanalización

Urbanalización: paisajes comunes, lugares globales Francesc muñoz. GG mixta

Urbanalización es un análisis de la repercusión de la globalización en la construcción del paisaje urbano, una elaboración sobre los fenómenos  que con carácter general dan forma a la  ciudad actualmente.

Consideraciones sobre la economía global y la movilidad extensiva introducen un paisaje donde los procesos se ubican en una cartografía total del territorio, mas allá de centro o periferia.

La ciudad multiplicada se conceptualiza entre ciudad la densa y la ciudad extensa, generando múltiples escenarios híbridos: edge cities, corredores tecnológicos y  telepuertos provocan una  reformulación de la idea de concentración.

En  la ciudad difusa actual,  la intensidad de las relaciones es fruto de la movilidad de la población.   La movilidad aparece como atributo del espacio urbano frente a cualidades como  densidad, intensidad y solución de continuidad tradicionales.

En este escenario de movilidad intensiva y uso extensivo del territorio,  la población flotante cobra  protagonismo mediante  múltiples formas de ocupar temporalmente la ciudad , dando lugar a una compresión espacio-temporal y a una percepción múltiple del territorio. Los tiempos de estancia en los espacios de los flujos son mucho mayores

Estos “no lugares” vinculados a los programas de tecnología, a las infraestructuras y al consumo carecen de símbolos culturales y valores comunes compartidos, son difíciles de nombra o diferenciar.

La geografía urbana que describe Muñoz, está hecha de objetos independientes, de contenedores con lógicas específicas, autónomos y autorreferenciados.

Los nuevos espacios urbanos se  especializan para la utilización intensiva de población visitante,  y se explican a través de la movilidad.

Paisajes definidos por su aterritorialidad, que  no son traducción directa de sus características físicas, sociales y culturales. Al contrario, muestran cualidades similares entre centro y periferia y en general, en todos los espacios de renovación que Muñoz clasifica en 4 ámbitos:

Centros históricos, Frentes portuarios, Centros comerciales y   residencia suburbana se construyen como independientes de lugar, de manera que la forma urbana deja de representar contenido cultural o simbólico para la colectividad. Estos lugares se caracterizan por carecer de diversidad en cuanto a los usos del espacio o los comportamientos de los usuarios, y la mínima complejidad en cuanto a relación entre forma urbana y función social

Las transformaciones que operan en los centros urbanos se describen en el texto según  varios procesos:

la perdida de complejidad de las políticas urbanas y su progresiva especialización económica, que desaprovecha  la diversidad y permeabilidad previas para incrementar la rentabilidad: Los procesos de gentrificación conllevan una tercialización de las áreas centrales

La producción y gestión  del espacio público se realiza a través de agentes privados, y la inversión  se destina fundamentalmente a proyectos de imagen, con el fin de incorporar la ciudad a mercados globales y atraer inversión. Esto va vinculado a  los procesos de brandificación y  patrocinio de espacios existentes

Y por último el recurso a la tematización del pasado histórico, acumulando citas y prestamos arquitectónicos para elaborar  imágenes  y conceptos que pueden ser comprendidos rápidamente.

La nostalgia como producto de consumo tiene un papel fundamental en la mirada turística.

Los centros mantienen su morfología pero adoptan criterios funcionales y de diseño característicos del espacio de ocio y consumo, y especialidades y temporalidades propias de los parques temáticos.

Éstos fenómenos, vinculado la cultura de la imagen, a la influencia de los medios de comunicación y la mirada turística, se traducen en la tematización, la especialización económica y funcional, y la segregación morfológica del espacio urbano

Londres, Berlín, Buenos Aires y Barcelona se estudian en detalle, explicando la transformación de sus paisajes según las condiciones descritas anteriormente: la imagen como factor de producción de ciudad, la cultura de la seguridad, el visitante a tiempo parcial, y la adopción de criterios funcionales y de diseño característicos del espacio de ocio y consumo se traducen en la banalización de lo urbano.

El indiferentismo espacial  caracteriza  todos éstos espacios de renovación mediante la producción de forma urbana globalizada para el consumo de imágenes.

La teoría que Muñoz elabora tras describir estos procesos es que la globalización funciona como un proceso de estandarización y conmensurabilidad de las diferencias.  Son estrategias para que las diferencias sean comprensibles fácilmente, y comparables.

Muñoz concluye su estudio indicando  estrategias para combatir la banalización de la ciudad:

Aportar suficientes elementos de complejidad cuando esta no viene dada directamente por la densidad absoluta es  clave para la construcción de lo publico en la periferia.

La importancia de la movilidad en áreas periféricas puede apuntar al potencial de  espacios asociados a los elementos físicos o espacios tipológicos que garantizan y organizan esta movilidad.

En los entornos históricos densos, las estrategias propuestas sería dos: contextualización y lentitud.

Construir espacios a partir de las características físicas, pero sobre todo sociales y culturales del contexto local  y trabajar con claves de uso alejadas de la rotación rápida de actividades y usuarios, ampliando las posibilidades de apropiación del espacio

Considerar la identidad del lugar y permitir permeabilidad de funcionamiento, lo cual asegura una evolución flexible del proyecto, al tiempo que le otorga  la capacidad de acoger y promover procesos.

Reseña: Carolina González Vives © 04/2010