RedBull Academy [MAD]

Hace un par de semanas abrió en Matadero Madrid la RedBull Music Academy, un interesante proyecto localizado en las naves de Matadero.

Una serie de casualidades hizo que este proyecto anual de la empresa que da alas, que iba originalmente a ser destinado a acontecer en Tokio, derivara en Madrid. Se necesitaba pues una respuesta ágil ya que tenía que estar listo a finales de octubre para comenzar las clases de un grupo de 30 de jóvenes talentos seleccionados a pasar un mes aprendiendo con los mejores profesionales de la música electrónica.

El estudio Langarita-Navarro fué el seleccionado para realizar la tarea arquitectónica, al inicio del verano, tenían solo dos meses y un reducido presupuesto para dar respuesta al programa: Oficinas para la academia, estudios de trabajo ensayo, sala de conferencias, cafetería y Estudio de grabación, además de servicios como baños y zona para conciertos. En dos de las naves de Matadero se decidió construir dentro de las mismas una serie de edificios independientes que albergaran las necesidades del programa.

Tanto las oficinas como los estudios de ensayo se construyeron con una estructura metálica y contrachapado, cada una diferente eso sí usando ángulos de 120 grados para estandarizar los ensambles. Con un ingenioso sistema de distribución de carga sobre el suelo que a la vez hace que los ediicios se levanten y no den problemas de humedad, las instalaciones expuestas por fuera permiten el montaje aún más rápido.

Para el estudio de grabación, cafetería y sala de conferencias se usó un sistema hecho a base de sacos de arena (muy usado en construcciones militares) que generan unos enormes muros de carga de casi 1.5 metros que a su vez aíslan del ruido.

El resto del espacio está ocupado por una serie de jardines con plantas seleccionadas para interior que hacen de integradoras del conjunto. Y la asociación Pensart hizo de curator para invitar a una serie de artistas para que intervinieran en las paredes del conjunto, notablemente Avelino sala, ElTono, Luis Urculo, Gabriela Bettini entre muchos más

El compromiso de la marca es crear la infraestructura, usarla durante los dos meses que dura su academia y luego lo dejan a la administración del propio Matadero que dispondrá de la intervención para crear eventos relacionados con la música