Uno de los 3 españoles invitados por el propio curator de la Bienal de Venecia David Chipperfield a participar en el pabellón Common Ground, es Juan Herreros y su estudio.
Tres partes forman la propuesta del estudio, que como respuesta han preparado: Primero, una serie de secciones en escala enorme (1:10 en promedio) de diversos proyectos que actualmente el despacho tiene en construcción en diversas latitudes del mundo.Este acercamiento más tectónico o técnico del «cómo está hecho» como protagonista, más que los edificios en sí, establecen la propuesta de acercamiento al tema de la XII Bienal.
Complementado con unos diagramas en los que queda patente las diversas y complejas relaciones que conlleva hoy en día la práctica de la arquitectura, alejada muy profusamente de esa idealizada imagen del arquitecto como un genio creativo que trabaja en soledad. Consultores de múltiples tipos, un equipo de arquitectura Inhouse ya de por sí importante y lo más variado de las profesiones que intervienen en la realización de cada proyecto son cartografiados con cautela y meticulosidad para poder establecer estos vínculos gráficamente.
La tercera parte que completa la visita son unas maquetas abstractas de los edificios en cuestión, elaboradas con materiales muy sencillos monocromáticas y neutras nos permiten apreciar la volumétrica de las propuestas.
Memoria de la galería:
La arquitectura ha utilizado desde siempre la técnica como un poderoso instrumento de diálogo y anclaje de las ideas a su tiempo. La técnica es una cultura, también es un sistema de referencia y un vehículo para entender el pasado y visitar el futuro.
No nos interesa la fascinación por la tecnología ni la excitación ante la complejidad innecesaria. En su lugar, queremos proponer un Pensar Técnico para el proyecto arquitectónico que nos permita tomar decisiones y reconocer su oportunidad, identificar lo superfluo y dar valor a lo que nos emociona. No es de construcción, ni de eficiencia, ni de rigor positivista de lo que estamos hablando sino de una sensibilidad según la cual cada proyecto pueda ser a la vez la exploración de un caso particular con sus contingencias y la aportación de una nueva línea a la conversación que la arquitectura tiene abierta con el mundo.
Esta superposición de especificidad y universalidad es lo que anima el pensamiento y las inquietudes de una comunidad en la que las aportaciones de unos pueden ser retomadas por otros para avanzar el paso siguiente. Con ello, el Pensar Técnico convierte el proyecto contemporáneo en lugar de encuentro de conocimientos dispares que actualiza la vieja idea del trabajo en equipo para convertir el proceso de diseño cada día más en un programa de investigación. El diálogo entre colegas, especialistas y consultores es lo que nos permite afirmar que la cultura técnica es hoy un Common Ground cuyo potencial aún no podemos decir que haya sido explotado como recurso crítico con el que leer, interpretar, describir y actuar responsablemente sobre una realidad convulsa y desbordada.
La construcción del futuro inmediato reclama la convivencia de las iniciativas individuales con las de esa comunidad que ya no estará formada solo por arquitectos diseñadores imbuidos de una autoría protagonista sino enriquecida con aportaciones que cada día ocupan y comparten más espacio. La primera consecuencia de asumir esta expansión e infiltración de la arquitectura en otras disciplinas será la recuperación de su papel como práctica social implicada en los cambios que cuentan de verdad.
Presentamos aquí una selección de formas, detalles constructivos y mapas de equipos de trabajo que se muestran sin referencias a los edificios a los que pertenecen precisamente para abrir un diálogo desafectado sobre el Qué, el Cómo y el Quién que pueda ser utilizado por terceros como el inicio de otras exploraciones.
Juan Herreros