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Tuvieron que pasar 193 números para que El Croquis, la revista más influyente del mundo de la arquitectura, dedicara un número a un arquitecto mexicano, y el honor pertenece al Manuel Cervantes Céspedes, director de la oficina CC Arquitectos.
El libro incluye las obras y proyectos realizados entre los años 2011 y 2018, una entrevista al arquitecto realizada por Fernanda Canales y dos artículos críticos sobre su arquitectura escritos por Juhani Pallasmaa y Edward R. Burian.
Manuel Cervantes (México D.F. 1977) es titulado como arquitecto por la Universidad Anáhuac y miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte. En 2006 desarrolla dentro de la oficina un área dedicada a proyectos urbanos y de transporte masivo, e inicia la investigación en torno a los Centros de Transferencia Multimodal (CETRAM) y los Desarrollos Orientados al Tránsito (DOT).
Ha realizado trabajos para instituciones públicas de la República Mexicana como el INFONAVIT, y proyectos urbanos y arquitectónicos para varios países del continente Americano. En su labor docente ha impartido talleres y conferencias en varias universidades de México, Estados Unidos, España y Portugal.
Entre la selección de proyectos seleccionados se encuentran la «Planta Hidropónica Next«, el «Pabellón del Orquideario» que protagoniza la portada del libro o las «Villas Ventanas«. Los proyectos disponibles en PDF son dos viviendas unifamiliares: la «Casa en Valle Santana» y el «Proyecto Ecuestre«.
La Conversación entre Fernanda Canales y Manuel Cervantes reflexiona sobre la importancia del dibujo en sus planteamientos, la filosofía con la que encaran los proyectos en el estudio o sus influencias y arquitecturas de referencia.
«En países como México, la toma de decisiones del arquitecto se vuelve casi irrelevante frente a temas económicos o de uso. La experiencia de trabajar con grandes empresas constructoras, acostumbradas a operar a gran escala, nos hizo ver lo poco importante que resulta la arquitectura cuando sólo depende de cierta materialidad, o de cierta confección; que los gestos arquitectónicos pierden relevancia frente a las circunstancias económicas, climáticas y constructivas de la obra. Así que empezamos a diseñar a prueba de todo eso. El resultado ha sido centrarnos en pensar en lo más racional, de acuerdo al lugar, a la mano de obra disponible y a los materiales locales —baratos y de reposición inmediata—. Trabajamos bajo la lógica de que la estructura del proyecto sea, de igual modo, lo más racional y honesta posible, buscando el que la propia estructura sea básicamente la arquitectura final; en lo posible, con idea de dejarla expuesta, ahorrando de esa forma en todo lo innecesario, en gestos o en revestimientos. La experiencia de trabajar con estructuras cuya sección puede repetirse, ampliarse e incorporar cambios —un ejemplo sería el de las casas que hemos construido en el campo con estructuras de madera—, nos ha permitido manejar esa flexibilidad.»
Pasiones Serenas
Sobre las obras de Manuel Cervantes, Juhani Pallasmaa escribe «son admirablemente claras, racionales y decididas, y aún así, sutiles y poéticas. Su minimalismo no es emocionalmente reductivo, dado que la simplificación formal agudiza la experiencia poética y nos hace percibir otros niveles de realidad bajo la superficie en calma. Más importante aún, su proceso de simplificación conduce en esencia a una complejidad experiencial. El razonamiento es para él una forma de meditación poética; su estética visual tiene una memoria y un eco háptico. Las sutilezas y densidades inesperadas de sus obras, formalmente sencillas, me hacen pensar en los milagros de algunas obras artísticas, como las pinturas de Agnes Martin, o las esculturas, aparentemente sordas pero metafísicas, de Donald Judd.»
El Croquis 193 ya está disponible en librerías especializadas a partir de hoy.