el jardín de la metrópoli

El jardín de la metrópoli, premio FAD de pensamiento y crítica 2012, es un valioso esfuerzo por elaborar un mapa coherente sobre la diversidad de entendimientos y disciplinas que  hoy dan forma a la construcción del  paisaje. De forma cronológica y temática, se buscan las genealogías de las  relaciones entre naturaleza y cultura, para elaborar una síntesis mucho más compleja. Esta propuesta de paisaje, que parte del conocimiento del medio físico y supera el discurso de la preservación, es capaz de devolver la identidad al lugar, en un contexto urbano cada vez más globalizado y homogéneo.

Mediante una valiosa colección de citas y referencias, a través de las cuales  puntos de vista y corpus disciplinares se van engarzando en esta mirada sobre la naturaleza urbana, contribuyendo al panorama del landscape urbanism, formulado en gran parte desde la cultura americana, con el conocimiento local y  el patrimonio mediterráneo.

En palabras de Batlle, “la arquitectura es la disciplina que se ocupa de proyectar y construir las formas físicas del territorio antropizado, de definir la transformación  de los ámbitos naturales en lugares productivos y habitables”. Desde este entendimiento se integra en un primer esquema,   la arquitectura con  la sabiduría de la agricultura tradicional,  paisajismo, Land Art y la ciencia de la ecología, que aporta la integración  de la ciudad con su territorio conectando escalas, y el entendimiento de las  cualidades vivas y dinámicas  del soporte físico.

 

En el texto se subraya la gran aportación del paisaje al pensamiento de la ciudad, al  abordar su organización y transformación desde los espacio libres, donde infraestructuras y metabolismo urbano se solapan con el ciclo del agua y lo verde. Frente  a los instrumentos del urbanismo tradicional, centrados en el control de formal de lo construido  y  basados en modelos de agregación de piezas, el conjunto de  vacíos adquiere una fuerza especial como elementos de articulación  de la ciudad. Los modelos que integran los vacíos de la ciudad en un sistema, como la trilogía de Forman patch-corridor-matrix, y el sistema de espacios verdes y  parkways de Olmsted, permiten a Batlle proponer una lectura coherente y conjunta de los fragmentos diversos de la metrópoli, donde concurren áreas con interés natural y  multitud de espacios residuales y abandonados.

El interés de la agricultura  en relación al espacio urbano no es desde luego económico, sino que favorece la comprensión de los procedimientos para instalarse en un paisaje, transformarlo y hacerlo habitable y productivo. La idea que recoge Batlle de “plantar hoy, construir mañana” es  clave para comprender la importancia de la agricultura como espacio libre. Sugiere una inversión de los términos similar al “¿y el resto?, verde” que titula la introducción. Hasta la introducción del saneamiento en la ciudad industrial,  el cultivo de los espacios verdes ha funcionado como gestor del agua y los residuos urbanos, para cerrar el ciclo natural de la materia orgánica, integrando la energía solar a través de la agricultura. La topografía y la hidrología local, han establecido relaciones espaciales definidas por la gravedad entre las áreas construidas y los espacios libres. ¿Que fórmula contemporánea puede  recuperar esta capacidad operativa? El jardín de la metrópoli es la respuesta que propone el texto.

 

“El nuevo estrato” da cabida a una infraestructura distribuida, de escala pequeña, que como alternativa  a las grandes operaciones sobre el territorio para generar energía, suministrar agua, o gestionar residuos, tiene la capacidad de devolver el sentido operativo y productivo a los espacios libres. Como en otra parte del texto se dice: “gran parte de nuestra existencia cotidiana discurre en lugares diseñados para ocultar los procesos que apoyan la vida, lo que contribuye en gran parte al empobrecimiento sensorial del entorno en que vivimos.”

“La ciudad sostenible tendrá unos espacios donde  los procesos del agua serán visibles y darán lugar a nuevos ecosistemas urbanos” Las posibilidades que brinda el incorporar en el pensamiento de la ciudad el ciclo hidrológico ocupan una parte importante de la descripción del jardín de la metrópoli. Las posibilidades de retener el agua y humidificar el paisaje, de superponer las cuencas locales con los espacios libres tienen un gran potencial transformador, pues “los sistemas de drenaje del territorio son  los corredores más estables y continuos, y los que tienen una mayor  capacidad de recuperación, aunque estén totalmente degradados”…”redescubrir la continuidad del agua a través de los drenajes del territorio permite recuperar un concepto  que su ocupación indiscriminada había eliminado: la continuidad de los espacios exteriores” continúa Batlle:“nuestros drenajes son los jardines de agua de la nueva ciudad, unos espacios integrados en los jardines de la metrópoli: balsas de retención, depósitos de acumulación, drenajes, plantas de tratamiento de aguas residuales, filtros verdes, etc. y una infinidad de espacios posibles que, junto con los riachuelos principales, ríos y la línea de costa, pueden definir el sistema hídrico metropolitano”

Este jardín identifica en el paisaje urbano dos familias de espacios de especial interés: los entornos abiertos de las intervenciones de arquitectura, y los límites complejos entre las áreas urbanizadas y el paisaje.

 

“todos nuestros proyectos  son composiciones hechas a base de estos elementos. Este es el aspecto que me interesa. No usar el sistema ambiental solo para contener la expansión  urbana, o para contener el consumo de suelo de la ciudad, sino utilizarlo además para dar un diseño al territorio donde se reconozca quizá, su sentido último”. Estas palabras de Bernardo Secchi, citadas en el texto,  pueden seguramente entenderse a través de la obra del estudio, Batlle i Roig, que en multitud de ocasiones ha transformado los lugares de proyecto para dar cabida a ese jardín.

Puedes también consultar el indice y algunas páginas aquí

«el jardín de la metrópoli. Del paisaje romántico al espacio libre para una ciudad sostenible». Enric Batlle.Ed Gustavo Gili. Land&ScapeSeries

carolina gonzález vives

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