Sagrada Familia [BCN]

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Como sabrás, recientemente se dió el premio de Arquitectura y Urbanismo»Ciudad de Barcelona», un galardón que premia lo más destacado dentro del ámbito de la arquitectura en la ciudad Condal. El jurado decidió este año otorgarlo a la obra de restauración del templo de la «Sagrada Familia» recientemente bendecido por el propio Papa de Roma.

Se ha publicado una carta abierta, (que se reproduce integramente después del sigue leyendo) que ya han firmado destacadas personalidades de la arquitectura y el arte, poniendo en duda el mensaje que el otorgar este premio a esta obra puede enviar. Se trata de una restauración de un edificio de más de un siglo de antigüedad, que si bien la envergadura y magnitud son descomunales, ¿se trata de un espacio contemporáneo?

puedes firmar digitalmente la carta siguiendo el enlace.

Recogida de firmas sagrada familia – premi ciutat de barcelona, arquitectura

Para:opinión pública

¿Premi d’Arquitectura i Urbanisme Ciutat de Barcelona 2010 a la Sagrada Familia?

No cabe duda de que, por su envergadura, magnitud, potencia, contundencia, impacto, etc., el espacio de la nave de la Sagrada Familia posee unas cualidades fuera de lo común; sin embargo, la apreciación de su singular espectacularidad y calidad espacial, ¿es motivo suficiente como para otorgarle el Premi d’Arquitectura i Urbanisme Ciutat de Barcelona 2010?

Sin entrar en discusiones sobre la oportunidad de su continuación, ¿responde el lenguaje empleado en la reconstrucción de la Sagrada Familia al de una obra de arquitectura propia del siglo XXI? Es decir, ¿podemos considerar el espacio de esta nave gótica como una obra de arquitectura actual?

Parecería que al otorgar un premio de arquitectura a una obra contemporánea (acabada durante el 2010) en la ciudad de Barcelona también deberían valorarse otros aspectos que fueran más allá de un reconocimiento a una calidad espacial propia de otra época. La interpretación de una obra arquitectónica en clave meramente espacial y formal es precisamente lo que ha propiciado una arquitectura de carácter escultórico, una obra singular ajena a las necesidades reales, muy frecuente en los últimos tiempos. En el mundo actual, el ejercicio de la arquitectura no debería únicamente responder a la puesta en escena de un arte del espacio, la luz y la forma, sino que nos parece también exigiría una actitud y un posicionamiento menos poético y más comprometido con el ciudadano, con el contexto medioambiental en el que opera, con los vaivenes económicos, con la realidad social, etc.

Pero, además de su evidente anacronismo, en una obra tal deben tenerse en cuenta otro tipo de consideraciones. No parece muy acertado en estos tiempos valorar y, por tanto premiar, un espacio como si se tratara de un “ente arquitectónico aislado” ajeno a su entorno, como si no formara parte de un conjunto en continua reconstrucción, de una atracción turística de la ciudad de Barcelona, etc. Como sucede con cualquier premio, premiar una obra sirve para lanzar un mensaje determinado a una ciudadanía sobre el papel que la arquitectura actual puede desempeñar en el conjunto de la sociedad. En los medios de comunicación se deja muy poco espacio para el debate y la reflexión sobre arquitectura, se publican pocas noticias bien argumentadas y al lector, al ciudadano, le resulta difícil formarse una opinión fundamentada acerca del papel que la arquitectura puede tener en la actualidad. Constituye un acto fundamental de responsabilidad aprovechar esos escasos momentos de contacto en que la arquitectura se convierte en noticia (otorgar un premio lo suele ser) para enviar mensajes claros y articulados.

Concederle el Premi d’Arquitectura i Urbanisme Ciutat de Barcelona a la Sagrada Familia, con toda la carga simbólica, religiosa e ideológica que posee, transmite un mensaje confuso y supone una apuesta por un tipo de arquitectura icónica, mediática, resultado del pastiche, de unos valores anacrónicos que no tienen nada que ver con las necesidades de la sociedad actual. La Sagrada Familia es una obra desmesurada, innecesaria —a menos que consideremos de vital importancia su función como reclamo turístico y caja registradora—, costosa, insostenible, prepotente, arrogante, etc; un auténtico despropósito. ¿Realmente tiene sentido todo el despliegue humano y económico dedicado a acabar una iglesia votiva que no es más que un templo del turismo (¡el más anhelado de los sueños de Walt Disney!)? ¿Es una obra digna de un premio de arquitectura en nuestra ciudad? ¿Qué interés puede tener premiar una obra de arquitectura que vuelve a insistir en la promoción de Barcelona como lugar de espectáculo y de destino turístico por encima de una idea de ciudad más acorde a las necesidades de sus ciudadanos?


Firmantes

7 thoughts on “Sagrada Familia [BCN]

  1. mies

    Vivimos en una dictadura arquitectónica donde solo valen los criterios que están de moda. La arquitectura contemporanea, la arquitectura de la imagen, del movimiento, de la sostenibilidad, de la funcionabilidad, del consumo…¿no habia arquitectura antes de todo esto?

    Por dios, valoremos la arquitectura en si misma, pues es lo más bonito que tenemos.

    La sagrada familia es un ejemplo del amor por la arquitectura, del mimo del detalle, del trabajo bien hecho. Es un alarde proyectual donde todo está estudiado milimetricamente.

    Yo no soy un devoto de A.Gaudí, pero su trabajo de diseño es fascinante.

    Saludos!!

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