Y esas prácticas, ¿lo valen?

Las internships  o prácticas en la actualidad parecen ser la ruta de salida de la espiral infinita de «no te contrato porque no tienes experiencia» y «no tengo experiencia porque nadie me contrata», en especial en tiempos de recesión donde los ninis (ni estudia, ni trabaja) se multiplican como gremlins con el agua. «Unas prácticas se verán mejor en mi CV que unos meses en paro» nos dicen todos. Pero, ¿cómo saber si dichas prácticas en verdad valen la pena?

 

La otra cara de la moneda son los empleadores. Es una situación de gane-gane. Reciben decenas de CVs y portafolios al día, les dedican unos segundos, y seleccionan interns para «colaborar» con la compañía por algunos meses con una paga insultante. O peor. Gratis.

 

Este artículo de GOOD nos ofrece una guía para olfatear si tus prácticas lo valen:

 

Define lo que hay ahí para tí. Ser contrato después de las prácticas es la excepción de la regla. Y aún logrando un contrato, no queda garantizado que esto sea bueno.

Piensa en tus tareas del día a día. Visualiza si tus proyectos tendrán un lugar en tu portafolio. Analiza si la gente con la que convives son personas calificadas con las que te interesa mantener un contacto. Pregúntate si lo que estás aprendiendo será cotizable y codiciado en el mundo laboral. La saturación de practicantes (muchas veces forzados por el programa de algunas Universidades) le quita valor a tu experiencia. Llévate algo más que un par de líneas en tu CV.

 

Exprímele la información a tu empleador. Toma la oportunidad para atizarlos con preguntas sobre la profesión, sus contactos, su trayectoria y demás.

Estas personas SIEMPRE están ocupadas, pero no te dejes intimidar. Invítalos por un café y trata de heredar algo de su sabiduría y experiencias.

 

No te dejes explotar. Estás en la parte más baja de la cadena evolutiva de la oficina pero eso no significa que debes ser capaz de hacer el trabajo de 14 horas en solo 8. Si tus supervisores no coordinan el trabajo, no significa que tu tengas que salvarles el pellejo haciendo todo el trabajo mal planificado.

 

Sé frontal: Tú también tienes un trabajo. Las prácticas sin paga son un privilegio para la gente cuya familia tiene la posibilidad de mantenerlos, incluso en otro país. Es posible tener un trabajo con sueldo mientras haces tus prácticas, pero debes dejarle esto muy claro a tu empleador.

 

La gran compensación de tus prácticas debe ser conocimiento práctico y habilidades. Si está no es una gran parte de la ecuación, probablemente no lo vale.

 

Una vez más, aquí el artículo completo en inglés.