Diseña tu felicidad

Me gustan las chapas antiguas, desde las que anuncian coca cola a ruedas continental. Me gustan las libretas, los sobres y el olor al entrar en una papelería. Me gusta imaginarme quién puede vivir al otro lado de una ventana por el tipo de cortinas o mejor…, porque no las use. Me gusta el verde, mirar a los ojos y el té sin leche. Pero sobre todo me fascina cómo los detalles, aparentemente inadvertidos, están diseñados, consiguen sacarnos una sonrisa o, por el contrario , ponernos de mal humor.

La mayor parte del tiempo pasamos distraídos ante estos detalles, quizás porque su uso, a menudo, está enfocado a vendernos algo indirectamente, a crearnos una necesidad que no teníamos y que intentamos evitar. Otras veces caminamos o conducimos a velocidad automática y olvidamos la inocencia con que miramos algo cuando lo vemos por primera vez.

Hace una semana la arquitecta Victoria Garriga afirmaba: “la arquitectura contribuye considerablemente a la felicidad o infelicidad de las personas.” Yo estoy de acuerdo y me atrevo a generalizar que si lo que te rodea y compartes te gusta, te hace feliz y te hace libre.

Porque la ciudad es de todos, sus calles son un lugar de encuentro, un espacio que deberíamos mirar cada día como si fuera la primera vez. Anteriormente os hemos mostrados grupos como Stiftung o hace unos días propuestas  de anuncios inteligentes para ciudades inteligentes donde no cabe la menor duda de que los peatones, todos los ciudadanos se benefician, participan se involucran en las iniciativas e intervenciones propuestas y por supuesto son más felices.

Os invito a que hagáis un recorrido mental de vuestro camino al trabajo, a la escuela… Recordar todos los detalles, lo que os gusta y lo que no y querríais cambiar. Las alcantarillas, las farolas, los puentes, sus barandillas y el espacio que dejan debajo. Los pavimentos, los contenedores, las máquinas expendedoras…,¿está todo inventado? Yo creo que no. Me gusta mirar alrededor pero más aún la gente que se mueve en él y que no haya un día que no me sorprendan.

Disfruta de tu calle, de tu plaza y si algo no te gusta… ¡cámbialo!

La entrevista de Victoria Garriga puedes leerla completa aquí.