Se han dado a conocer los premios de la XII Bienal de Arquitectura Española, con algunos cambios respecto a ediciones anteriores, para empezar, no hay un premio sino que se trata de 15 premios agrupados en varias categorías:
RECONVERSIÓN Y REUTILIZACIÓN DE EDIFICIOS Y RECURSOS EXISTENTES
– Cineteca Matadero, Madrid, de Churtichaga-Quadra Salcedo Arquitectos
– Museo de las Peregrinaciones y la Ciudad, Santiago de Compostela, de Manuel Gallego Jorreto
– Restauración y Rehabilitación del Recinto de Carreras del Hipódromo de la Zarzuela, Madrid, de Junquera Arquitectos
– Medialab Prado, de Langarita-Navarro Arquitectos
– Nueva Biblioteca Hertziana. Max Planck Institut, Roma, de Juan Navarro Baldeweg
PROTECCIÓN DEL TERRITORIO Y EL PAISAJE
– Plan de Ordenación del Litoral de Galicia, de Miriam García García, Manuel Borobio SAnchiz,
– Adecuación del Yacimiento Romano de Can Tacó, de Toni Gironés
REVITALIZACIÓN Y TRANSFORMACIÓN DE CENTROS URBANOS
– Recuperación del Casco Vello de Vigo, del Consorcio Casco Vello Vigo
– Plan Estratégico para el área central: Proyecto Madrid Centro, de José Ma Ezquiaga, Salvador Pérez Arroyo y Juan Herreros
ACCIÓN PARTICIPATIVA Y SOCIAL
– El Campo de la Cebada, Madrid, de El Campo de la Cebada
– Viviendas Protegidas en San Vicente de Raspeig, de Alfredo Payá
SÍMBOLOS CÍVICOS
-Edificio de oficinas para la Junta de Castilla León en Zamora de Alberto Campo Baeza
-Escuela Infantil en Pamplona, de Pereda Pérez Arquitectos
-Auditorio y Centro de Congresos de Cartagena, de Selgascano Arquitectos
-Concello de Lalín, de Emilio Tuñón y Luis Moreno García-Mansilla
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Luces y Sombras de la XII BEAU
En primer lugar, enhorabuena a los premiados, magníficas arquitecturas en la mayoría de los casos. También muy acertado el lema de la bienal «Inflexión» y las reflexiones en el acta sobre la situación actual.
Sin embargo, una crítica constructiva no puede dejar de hacer notar que el resultado ha quedado condicionado por la composición del jurado: 4 arquitectos madrileños, 2 arquitectos catalanes y 2 arquitectos berlineses. En una bienal donde el jurado no ha visitado las obras, se supone que por motivos presupuestarios, el conocimiento previo que de las mismas pudiera tener el jurado resulta un factor diferencial. Es difícilmente explicable que cuando los directores de la bienal tienen estudios en Madrid y Berlín, convoquen a 2 arquitectos madrileños más y a 2 berlineses, en lugar de invitar al jurado a un arquitecto andaluz, o gallego, o murciano, por ejemplo.
La BEAU no deja de ser un comisariado sobre la arquitectura que se ha producido en un bienio en el territorio nacional, fundamentalmente, pero también por arquitectos españoles en el extranjero, Por tanto, el jurado debería constituirse por miembros de diferente procedencia geográfica (Centro, Sur, Noreste, Noroeste,…) lo que ampliaría las posibilidades de que algún miembro del jurado ya conociera o hubiera visitado las obras situadas fuera de Madrid o Cataluña; con mayor razón, cuando el jurado no tiene posibilidad de hacerlo, equilibrando así en parte las posibilidades de los proyectos presentados situados fuera de los tradicionales grandes núcleos de difusión.
Así sucede con otras muestras de este tipo, como Arquia-Próxima, por ejemplo. Lo contrario supone que los resultados se balancean inevitablemente hacia las proximidades geográficas o las afinidades electivas -en algunos casos, recurrentes ya en diversos premios- de los miembros del jurado, que suelen proceder de manera mayoritaria, cuando no exclusiva como en este caso, de Madrid o Barcelona.
En la voluntad de cambio y mejora continua que se aprecia en las BEAU, confiamos en que las próximas ediciones tengan una mejor representación geográfica de la arquitectura española en la composición del jurado y, como probable consecuencia, en los resultados,